martes, 10 de mayo de 2011

Bendición del busto del Beato Juan Pablo II



En el transcurso de la Misa de Confraternización con las Hermandades Marianas de nuestra ciudad que tuvo lugar el pasado domingo 8 de mayo, se bendijo un busto del querido Papa Juan Pablo II, que el día 1 de mayo en la plaza de San Pedro del Vaticano fue reconocido oficialmente Beato de la Iglesia Católica por su sucesor Benedicto XVI.

Este busto, obra en bronce del escultor palmerino Martín Lagares, permanecerá a los pies de la Santísima Virgen, mientras esta se encuentre en la Iglesia Parroquial y será instalado en un lugar cercano a Ella, cuando regrese a su templo. De esta manera el nuevo Beato Juan Pablo II tendrá la oportunidad de ser también venerado en La Palma, por los muchos devotos con los que cuenta en nuetra ciudad. El ejemplo que el Santo Padre dio desde el inicio de su pontificado, hasta los últimos días del mismo, sin esconder en ningún momento su enfermedad y permaneciendo firme al frente de su Iglesia, más el poder de convocatoria que tuvo con los jóvenes y con todos los cristianos en general, ha hecho que desde el día de la bendición de su busto esté siendo constantemente visitado por numerosos palmerinos.

Recordemos que la vinculación de Juan Pablo II con nuestra Hermandad proviene de la proclamación que el Sumo Pontífice hizo de Nuestra Señora del Valle como Patrona Canónica de La Palma en diciembre de 1999; hasta ese momento el único patrón canónico de nuestro pueblo era San Juan Bautista en su degollación. Juan Pablo II atendió la solicitud de nuestro entonces obispo D. Ignacio Noguer Carmona y concedió un privilegio a nuestra Villa otorgando un segundo patronazgo, ya que aunque estemos acostumbrados a que en todas las localidades existan un patrón y una patrona, lo cierto es que Canónicamente, la Santa Sede solo reconoce un patrón por municipio.

De ahora en adelante la Hermandad de Nuestra Señora del Valle velará e intentará incentivar esta devoción al nuevo beato en gratitud por la dignidad que Juan Pablo II concedió a Nuestra Titular haciendo oficial algo que La Palma venía proclamando de generación en generación.