Mayo
vuelve a La Palma. Las hojas del calendario se apresuran a dejar caer los días
que restan para el mes más florido de cuantos conforman el año. La Palma se
viste de Fiesta. Y el Valle, de Milagros.
Nuestra
Hermandad se prepara para dedicar el Mes de María a la Madre. La Iglesia del
Valle se llenará de flores y promesas, se sucederán las cuentas de los Rosarios
que guardan la fe heredada de siglos. Y la Reina del Milagro se presenta
rebosante de belleza, semejante a las antiquísimas fotos que se guardan en la
memoria de sus Hijos de La Palma. La Santísima Virgen del Valle se nos muestra
luciendo la saya de volantes que estrenara el pasado agosto, en tisú crema con
estrellas bordadas en oro y encaje antiguo francés. Sobre sus hombros luce,
tras largos años, el Manto verde “de los Milagros”. El mismo que cobijó a La
Palma en el aciago año de 1855. Recupera, así mismo, varias joyas restauradas
recientemente, collar y anillos que vienen a revalidar la recuperada estampa de
antaño que busca esta Corporación.